Cuarto Discurso: Los Poderes Superiores

Hay dos realidades en el universo, superpuestas entre sí. La primera y principal en su experiencia es la realidad de la Separación y el cambio evolutivo, el cambio planetario —desde la vida primitiva a las organizaciones sociales primitivas, las primeras naciones, las naciones más grandes, las naciones mundiales y, finalmente, la emergencia a una Comunidad Mayor de naciones mayores. Superponiéndose a esto, existe el trabajo de lo Divino en todo el universo, llevado a cabo por los Poderes Superiores, las Fuerzas Angélicas que supervisan a todas las razas, incluso en las naciones que no son libres, buscando oportunidades para cultivar el Conocimiento en los individuos que son lo suficientemente libres y capaces de responder. Esto crea una gran Red de Sabios, que luego puede apoyar el surgimiento de naciones libres, naciones que aún tienen el potencial para este gran logro.

En el universo físico, solo existen las fuerzas que se pusieron en marcha al principio de los tiempos. No existe un Plan Divino que lo organice y lo controle todo, ya que el universo físico es en gran medida caótico y está gobernado por fuerzas celestiales, por fuerzas geológicas y, en los mundos donde la vida ha podido desarrollarse, por fuerzas biológicas. Todo eso fue puesto en marcha al principio de los tiempos por lo Divino, y ahora se mueve por sí mismo.

La Intervención Divina sucede a través de los Poderes Superiores, a través de las Redes de los Sabios y a través de las naciones que han podido mantener vivos la conciencia y el Conocimiento individuales, a pesar de todos los peligros y conflictos que generalmente existen en la evolución y el desarrollo social de un mundo.

La Intervención Divina sucede a través de los Poderes Superiores, a través de las Redes de los Sabios y a través de las naciones que han podido mantener vivos la conciencia y el Conocimiento individuales...

Como hemos dicho, no hay razas iluminadas en el universo que conocemos, pero hay razas libres, y en ellas los Sabios pueden guiar a sus naciones. Los Sabios serán allí más abundantes de lo que sería posible en las naciones que no son libres.

Lo Divino tiene avanzadas en muchos, muchos lugares. Y hay grupos de Sabios que trabajan también en muchos lugares, incluso en gran secreto. Las naciones libres permiten que estos grupos resurjan y sean efectivos en la sociedad. Pero los verdaderamente Sabios son individuos entrelazados en pequeños grupos, dentro de su propia nación o entre naciones, conectados a través de los Poderes Superiores.

Por tanto, no piensen que alguna raza iluminada vendrá a iluminar a la humanidad, o que la humanidad misma se convertirá en una raza iluminada. Eso está más allá de sus capacidades. Pero ser una raza libre en la que el Conocimiento puede fomentarse y apoyarse abiertamente es lo que representa el gran logro. Ese es el gran desafío y requisito que se les presenta ahora.

Deben entender que el Trabajo de lo Divino en su mundo está conectado con el Trabajo de lo Divino en todos los mundos.

Hay dos tipos de libertad. Por un lado está la libertad práctica para vivir su vida sin restricciones o dominación; la libertad práctica para vivir con estabilidad y seguridad, sin la amenaza constante de la guerra o la corrupción dominante. Esta es la libertad fundamental, y es muy importante. Es lo primero que debe establecerse.

Luego está la mayor libertad espiritual del individuo para comenzar su regreso a lo Divino y acceder al Conocimiento más profundo que Dios ha creado en todos los individuos, en todas las razas del universo que viven en Separación en la realidad física.

Esta mayor libertad representa el llamado de los individuos, y está limitada por las libertades fundamentales que puedan tener en sus respectivos mundos y culturas. Pero la mayor libertad es la libertad más esencial, porque el Poder del Cielo puede moverse a través de estos individuos en servicio a los demás y, a través de las grandes Redes de Sabios, fomentar la libertad y el Conocimiento en toda la Comunidad Mayor.

El mundo está gobernado por un pequeño número de personas, para bien o para mal. En este caso, un pequeño número de personas podría salvar a toda la raza humana del colapso y la desintegración.

Deben entender que el Trabajo de lo Divino en su mundo está conectado con el Trabajo de lo Divino en todos los mundos. No existe un plan especial para su mundo, que no es más que un pequeño lugar en un universo mayor. El plan de Dios está unificado y bien establecido. Y el Conocimiento vive dentro de ustedes como individuos, y es a través de él como ustedes se conectan con la Presencia y el Poder Divinos, y es a través de él como comienzan a obtener su libertad interior, incluso más allá de las restricciones de su entorno externo.

Dondequiera que se pueda construir, establecer y mantener la libertad fundamental a lo largo del tiempo, representa una mayor posibilidad de que se fomente y apoye la libertad más alta, y la mayor libertad que tendrá en su expresión ese mundo, esa nación y esa cultura. Porque la libertad en el universo no es la libertad de promover su Separación, sino la libertad de regresar a su Fuente y estar al servicio de esta realidad física.

Como pueden ver aquí, incluso sus nociones más fundamentales de paz, libertad y responsabilidad deben ahora redefinirse dentro de un contexto más amplio. De lo contrario, ustedes continuarán pensando que su paz, su libertad y su responsabilidad son solo para ustedes o sus familias. Esto no es lo que significan estas cosas en la Comunidad Mayor, y no será efectivo ni significativo en el mundo al que ahora están comenzando a ingresar, donde la degradación medioambiental, el declive en la producción de alimentos y el clima cambiante de su mundo harán la vida mucho más difícil, requiriendo una mayor participación y cooperación para tener éxito.

Incluso las cosas que amenazan a la humanidad desde el exterior y pueden socavarla aquí en este mundo, pueden también fomentar una mayor libertad en el sentido más verdadero, si suficientes personas reconocen y reclaman esta oportunidad. Cuanto mayor es el desafío, mayor es la oportunidad.

Por ahora, la humanidad es demasiado débil, demasiado dividida, demasiado desorganizada para poder sostenerse como una raza libre y soberana en el universo. Lo que construirá esta fortaleza, cooperación, libertad y responsabilidad son los grandes desafíos que enfrenta ahora: el desafío de la degradación y el colapso desde adentro, y el desafío de la Intervención y la subyugación desde afuera. Solo estos grandes desafíos dominantes generarán el requisito de libertad, fortaleza y responsabilidad del que hablamos aquí.

No todos podrán responder a este desafío, pero incluso si una pequeña minoría de personas en su mundo puede hacerlo, ello podrá conducir a un mejor resultado. El mundo está gobernado por un pequeño número de personas, para bien o para mal. En este caso, un pequeño número de personas podría salvar a toda la raza humana del colapso y la desintegración.

Sí, es un tremendo desafío. Sí, parece ser injusto para su comprensión. Incluso parece cruel para su comprensión. Pero esto es lo que significa madurar en el universo: convertirse en una raza madura y no en una raza adolescente que lucha y forcejea internamente por el privilegio, la riqueza y las oportunidades.

Nosotros hemos tenido que crecer bajo el dolor y el desafío de la Intervención y la degradación de nuestros mundos. Forma parte de la vida, de convertirse en adulto y hacerse responsable, no solo de uno mismo, sino del bienestar del mundo al que uno pertenece, impulsados ahora por la necesidad, impulsados ahora por el desafío, impulsados ahora por una gran amenaza. Todas estas cosas son la base de la fuerza, la sabiduría y la cooperación que ustedes necesitarán para el gran cambio que se avecina para el mundo.

Por tanto, no traemos paz tal como ustedes piensan en ella. Traemos desafío. Traemos responsabilidad. Traemos claridad. Traemos sabiduría. Traemos fortaleza. Traemos la llamada para todas estas cosas.

Si pudieran ver o al menos tener una idea de hacia dónde se dirige su vida y el grado de Intervención en su mundo de hoy, ello los derrotaría o bien los elevaría para poder enfrentarlo. Tal es la oportunidad invisible que existe en esto.

Dios sabe que este es el mayor umbral para la familia humana, el mayor umbral que jamás haya enfrentado y que pueda enfrentar: un mundo en declive y la emergencia a la Comunidad Mayor, dos eventos que generalmente van juntos. Dios ha enviado un Nuevo Mensaje al mundo. Lo sabemos. Eso forma parte de lo que nos ha llamado aquí para alentar a la familia humana. Hablaremos de esto a continuación, ya que es fundamental para su éxito y su libertad.